domingo, 13 de enero de 2013

Rutilantes "Farmers Markets"

Es de sentido común que los alimentos frescos se compran en los mercados habilitados para tal fin, muchos de ellos al aire libre; como así ha sido desde tiempos inmemoriales en muchos países.

Después de pasar años buscando la mejor alternativa en esta ciudad del sur de la Florida, he llegado a la conclusión de que lo que se conoce popularmente como "Farmers Markets" (literalmente, mercados de agricultores) reúnen en muchos casos la mejor opción; y con ello quiero decir lo más fresco y de estación, que procede del mismo estado (La Florida) o a lo sumo de Georgia o las Carolinas, lo cual aquí cabe calificar de "local". Las paradas de alimentos "orgánicos" tienen algunos productos que vienen del granero más nutrido de todo el país: California; pero no es lo común. Me gusta en esta época andar merodeando por las paradas y palpando u olisqueando los más variados productos, que ahora rebosan las cestas de todas los puestos donde los venden.

¿Que por qué preferimos los alimentos locales que lo que vienen de lejos? Por la sencilla y natural razón de que han pasado menos tiempo "viajando" desde que se cosecharon hasta que los compramos y normalmente llevan menos sustancias químicas para conservarlos y hacerlos lustrosos y apetecibles; porque eso se traduce en menos gastos de transporte y gasolina de camiones y por ende en menos contaminación y mejor precio en la compra. Cierto es que las grandes cadenas tienen productos a mejor precio porque compran en cantidades gigantescas; pero eso no es garantía de frescura. Cuando vayas a comprar vegetales la próxima vez, pregúntate de dónde viene ese brócoli o esas manzanas y fíjate en lo antiguo que es por la apariencia del corte; y no te fíes del brillo de las manzanas: es una capa de cera.

No se pierdan los que puedan una visita a alguno de los Farmers Markets que tenga más cerca. Yo suelo acudir al de Pinecrest, que abre los domingos, y me gusta ir a primera hora (9 de la mañana) porque es cuando todo está recién puesto y puedes elegir lo mejor. A medida que pasan las horas, el calor --que este año está eclipsando cualquier apariencia de invierno-- y la masiva concurrencia en esta época del plácido invierno miamense, evaporan de los cestos lo que horas antes mostraba un generoso acopio de frutas y verduras verdaderamente "de temporada".

Paso por alto los puestos de adornos y productos de belleza o decorativos, que lógica y legítimamente intentan sacar tajada de esa gran afluencia de personas en su mayoría del barrio. Recuerda que la macrobiótica se hace eco de esa vida sencilla ("vivere parvo") que en este asunto de las compras se traduce en comprar lo que realmente necesitamos, no cosas superfluas que se amontonan en las casas y acaban terminando en en desván o en la basura. Unas cuantas verduras y frutas de estación, elegidas con atino, pueden ser una compra conveniente, de productos locales de buena calidad a buen precio.

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