jueves, 24 de enero de 2013

Hamburguesa de sarraceno con nituké de rabanitos, tempura de camarón y ensalada de cuscús

"La vida es infinitamente maravillosa", nos dice Ohsawa.
"Todos los seres (con una sola excepción: el hombre): aves, insectos, peces, microbios y aun parásitos, viven todos felices en la Naturaleza, libres de obligaciones hacia sí mismos o hacia los demás".

Estas sencillas frases forman parte de lo que Ohsawa denomina la filosofía de Extremo Oriente, que interpreta desde la óptica de la Macrobiótica con una aplicación muy práctica. Su base es muy simple: el yin y el yang, es decir, la ambivalencia de cada cosa, de cada situación, cada estado de ánimo. Cada cosa contiene dos polos y su contrario u opuesto: día-noche, hombre-mujer, guerra-paz, etc.

El método no consiste simplemente en destruir los síntomas de la enfermedad a cualquier precio, sea por la violencia, la química o la física, sino "en un simple proceder que busque no sólo la cura (eliminación de síntomas) o el fortalecimiento de la salud, sino también la paz del alma, la libertad y la justicia. Es mucho más revolucionario que el descubrimiento de la energía atómica y de las bombas de hidrógeno. Trastorna todos los valores, todas las filosofías y todas las técnicas modernas".

Bien, pues dejo a mis queridas amigas y amigos con estas reflexiones de hoy para que mediten en su corazón sobre estas simples verdades y paso a ofrecerte el producto de mi cocina alquímica de hoy: una hamburguesa de trigo sarraceno (tostado, que se llama kasha) con trigo bulgur frita en aceite de girasol, con mayonesa por encima (casera, por supuesto) acompañada de tempura de camarón (gamba), calabacín (zucchini) y zanahoria, un nituké de rabanitos y una ensalada de cuscús con lechuga y aceitunas negras. Como bebida, una infusión de tomillo. !Bon profit!

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