sábado, 26 de enero de 2013

Una alternativa sana y rápida para llevar al trabajo

¿No sabes qué comer en el trabajo?

Haces bien en plantearte esta cuestión sobre todo si has pasado tiempo comiendo fuera de casa por falta de tiempo, o simplemente "una bobería", como gustan de llamar algunos de nuestros hermanos latinoamericanos.

Y puesto que la macrobiótica aboga por la simplicidad y lo natural, hoy te muestro un ejemplo de lo que podría ser un almuerzo para llevarte al trabajo: trigo bulgur (es trigo precocido, muy fácil y rápido de cocinar) con un nituké de zanahorias (estas llevan un poco de bardana, una raíz muy potente) y unas cebollas rehogadas con trocitos de pan de sarraceno (lo tenía de ayer). La sopa es de lentejas rojas, sumamente fácil de hacer, hirviéndolas.Y voilà!, ya tienes tu almuerzo para hoy.


Tiempo de preparación: 45 minutos. ¿Que tampoco tienes tiempo para eso? Pues muy fácil: cuando te levantes, lo pones a hervir y cortas las zanahorias o las dejas cortadas la noche anterior. Mientras se cuecen, te vas a asear y a vestir. Y cuando regresas a la cocina, ya puedes apagar el fuego (unos 25 o 30 minutos). Mientras desayunas lo dejas reposar; acto seguido lo pones en tu tupperware !y listo!

Si ni siquera tienes tiempo de eso, te aconsejo que dejes la comida preparada la noche antes, pero acuérdate de que es preferible no calentarla al microondas, ya que éstos emiten unas ondas perjudiciales para la salud y la manera de calentar la comida no es la correcta. Lo siento, sé que es lo que la mayoría de gente hace pero eso no significa que sea lo mejor. Yo tengo en la oficina una hornilla (hornito) y una especie de parrillita para cocinar, que uso para calentar la comida. En unos minutos la tendrás calentita para comer.

En otro momento hablaremos de los panes, pues me consta que es un tema que interesa a muchos y muchas y despierta muchas pasiones y anhelos.

Bon appétit!

jueves, 24 de enero de 2013

Hamburguesa de sarraceno con nituké de rabanitos, tempura de camarón y ensalada de cuscús

"La vida es infinitamente maravillosa", nos dice Ohsawa.
"Todos los seres (con una sola excepción: el hombre): aves, insectos, peces, microbios y aun parásitos, viven todos felices en la Naturaleza, libres de obligaciones hacia sí mismos o hacia los demás".

Estas sencillas frases forman parte de lo que Ohsawa denomina la filosofía de Extremo Oriente, que interpreta desde la óptica de la Macrobiótica con una aplicación muy práctica. Su base es muy simple: el yin y el yang, es decir, la ambivalencia de cada cosa, de cada situación, cada estado de ánimo. Cada cosa contiene dos polos y su contrario u opuesto: día-noche, hombre-mujer, guerra-paz, etc.

El método no consiste simplemente en destruir los síntomas de la enfermedad a cualquier precio, sea por la violencia, la química o la física, sino "en un simple proceder que busque no sólo la cura (eliminación de síntomas) o el fortalecimiento de la salud, sino también la paz del alma, la libertad y la justicia. Es mucho más revolucionario que el descubrimiento de la energía atómica y de las bombas de hidrógeno. Trastorna todos los valores, todas las filosofías y todas las técnicas modernas".

Bien, pues dejo a mis queridas amigas y amigos con estas reflexiones de hoy para que mediten en su corazón sobre estas simples verdades y paso a ofrecerte el producto de mi cocina alquímica de hoy: una hamburguesa de trigo sarraceno (tostado, que se llama kasha) con trigo bulgur frita en aceite de girasol, con mayonesa por encima (casera, por supuesto) acompañada de tempura de camarón (gamba), calabacín (zucchini) y zanahoria, un nituké de rabanitos y una ensalada de cuscús con lechuga y aceitunas negras. Como bebida, una infusión de tomillo. !Bon profit!

sábado, 19 de enero de 2013

Montadito de mijo con nituké de cebolla, judías verdes (green beans) y champiñones

Nos recuerda Georges Ohsawa, fundador de la Macrobiótica, que todas las las grandes religiones nacieron en Oriente, región de la luz, y que gracias a ellas los pueblos orientales, y sobre todo los de Extremo Oriente, vivieron pacíficamente durante miles de años hasta la llegada de la civilización occidental. Por eso Japón fue denominado el país de la longevidad y la paz.

En su intento de armonizar las civilizaciones oriental y oocidental concluyó que si los occidentales aplicamos la filosofía oriental, llegaremos a resolver numerosos problemas no sólo científicos y sociales, sino los relativos a la felicidad y la libertad. Así, nos recomienda estudiar la alimentación oriental, base de la salud y vida venturosa, considerada en Japón como el arte divino de la vida. Este arte resposaba sobre numerosos principios, mientras que en Occidente parece guiarse por la búsqueda de placer. Aquellos que acaban de hacer lo que se llama una buena comida --continúa-- muestran evidentemente por sus rasgos, que están cansados y hasta intoxicados por los alimentos demasiado ricos que han consumido, y sus manifestaciones tampoco demuestran la lucidez de su inteligencia.

Con ello no quiero decir que debas acudir al restaurante chino de la esquina, porque desgraciadamente en los Estados Unidos éstos han sido en su mayoría profanados por esa cultura de la manipulación de los alimentos que han echado a perder el verdadero sentido de las palabras de Ohsawa. "Los verdaderos chefs japoneses y chinos preparan platos que no solamente son exquisitos para los que no tienen arruinadas las papilas gustativas debido al alcohol o los fuertes condimentos --prosigue Ohsawa--, sino capaces de cimentar la salud y luego la felicidad, conforme a los principios de la Macrobiótica".

"El régimen de los monasterios zen en el Japón es llamado syozin ryori lo que quiere decir cocina que mejora la comprensión."

Bien, y puestos a hablar sobre cocina, el plato de hoy es sencillo como de costumbre, con una base de mijo, magnífico y económico cereal en grano que nos ayuda a mejorar la memoria, con un nituké de verduras compuesto de cebolla tierna, judías verdes (green beans, que están en plena temporada en el sur de la Florida) y unos poquitos champiñones para dar contraste. Acompañanos con una galleta de arroz (rice cake) untada con miso y un poco de manteca de cacahuete (peanut butter) y unas hojitas de lechuga. Acompañamos como siempre con una sopa, que nos hidrata y ayuda a asimilar mejor los alimentos; la de hoy con unas acelgas y unos crostones de sarraceno. !Buen provecho!




Ojalá platos como éste nos ayude a mejorar nuestra comprensión. !Salud y larga vida!

jueves, 17 de enero de 2013

Pizza de verduras y tartaleta de avena con crema de calabaza y lentejas

Han terminado las fiestas navideñas y con ello decimos adiós a los platos sobrecargados y súper caloríficos de estas fechas.

Y para que no tengamos que emular a Santa Claus (o el papá Noel) en lo que a figura se refiere, volvemos --afortunadamente-- a la normalidad con el pan nuestro de cada día.

Y no quiero pasar a los platos de mi cocina alquímica sin antes recordarte que ya he retomado las clases de cocina (éstas y otras recetas) que doy los jueves o viernes de todas las semanas. Si alguien está interesado y no puede estos días, podemos negociarlo para el fin de semana. Lo que me importa es dar la oportunidad de compartir esta marvillosa cocina con quien quiera aprender a comer lo bueno, bonito y barato, como decimos en mi país. También cocino platos por encargo.

 Platos saludables a buen precio, con los ingredientes más sanos y naturales que se pueden encontrar. Las opciones que doy son clases sueltas o un módulo de cuatro clases (con un descuento) y también ofrezco un régimen de diez días de depuración o limpieza en los que podrás profundizar un poco más y empezar a notar los efectos de esta dieta depurativa. Elsa M., que este otoño estuvo haciendo el régimen, me comentó que notó enseguida que tenía mucha más energía y que incluso dormía mejor. Su vida ha cambiado y la de su familia también, porque todos se están beneficiando de estos recién adquiridos hábitos en su alimentación.

Este próximo lunes, día de Martin Luther King, que es feriado en los Estados Unidos, ofrezco una comida de degustación gratis para quien quiera probarla, sin compromiso. Llámame al 786-317 48 53 si quieres venir a compartirla con quien venga. !Te espero!

El plato del día es una pizza de acelgas y cebolla tierna, muy sencilla, y sin levadura, que no hincha ni engorda. Acompañada de una tartita de avena con crema de calabaza y cebolla tamizada con lentejitas y arroz con cebada y un poco de ensalada con rabanitos y zanahoria. Un plato completo y sencillo. !Buen provecho!


domingo, 13 de enero de 2013

Rutilantes "Farmers Markets"

Es de sentido común que los alimentos frescos se compran en los mercados habilitados para tal fin, muchos de ellos al aire libre; como así ha sido desde tiempos inmemoriales en muchos países.

Después de pasar años buscando la mejor alternativa en esta ciudad del sur de la Florida, he llegado a la conclusión de que lo que se conoce popularmente como "Farmers Markets" (literalmente, mercados de agricultores) reúnen en muchos casos la mejor opción; y con ello quiero decir lo más fresco y de estación, que procede del mismo estado (La Florida) o a lo sumo de Georgia o las Carolinas, lo cual aquí cabe calificar de "local". Las paradas de alimentos "orgánicos" tienen algunos productos que vienen del granero más nutrido de todo el país: California; pero no es lo común. Me gusta en esta época andar merodeando por las paradas y palpando u olisqueando los más variados productos, que ahora rebosan las cestas de todas los puestos donde los venden.

¿Que por qué preferimos los alimentos locales que lo que vienen de lejos? Por la sencilla y natural razón de que han pasado menos tiempo "viajando" desde que se cosecharon hasta que los compramos y normalmente llevan menos sustancias químicas para conservarlos y hacerlos lustrosos y apetecibles; porque eso se traduce en menos gastos de transporte y gasolina de camiones y por ende en menos contaminación y mejor precio en la compra. Cierto es que las grandes cadenas tienen productos a mejor precio porque compran en cantidades gigantescas; pero eso no es garantía de frescura. Cuando vayas a comprar vegetales la próxima vez, pregúntate de dónde viene ese brócoli o esas manzanas y fíjate en lo antiguo que es por la apariencia del corte; y no te fíes del brillo de las manzanas: es una capa de cera.

No se pierdan los que puedan una visita a alguno de los Farmers Markets que tenga más cerca. Yo suelo acudir al de Pinecrest, que abre los domingos, y me gusta ir a primera hora (9 de la mañana) porque es cuando todo está recién puesto y puedes elegir lo mejor. A medida que pasan las horas, el calor --que este año está eclipsando cualquier apariencia de invierno-- y la masiva concurrencia en esta época del plácido invierno miamense, evaporan de los cestos lo que horas antes mostraba un generoso acopio de frutas y verduras verdaderamente "de temporada".

Paso por alto los puestos de adornos y productos de belleza o decorativos, que lógica y legítimamente intentan sacar tajada de esa gran afluencia de personas en su mayoría del barrio. Recuerda que la macrobiótica se hace eco de esa vida sencilla ("vivere parvo") que en este asunto de las compras se traduce en comprar lo que realmente necesitamos, no cosas superfluas que se amontonan en las casas y acaban terminando en en desván o en la basura. Unas cuantas verduras y frutas de estación, elegidas con atino, pueden ser una compra conveniente, de productos locales de buena calidad a buen precio.

viernes, 11 de enero de 2013

Mi paella macrobiótica

Buenos días a todos:

No quiero faltar a mi cita del día contigo sin antes hablarte brevemente de la importancia del cereal en grano en nuestra alimentación como alimento principal.

Los Upanishads (textos sagrados de la India) dicen que los sabios, en su búsqueda de Dios, creían que Él estaba representado en la Tierra por el cereal (en grano); por eso, y prosiguiendo esta tradición, las familias brahmanes ortodoxas del sur de la India ofrecen una plegaria al arroz antes de consumirlo.

Esta profunda e iluminadora enseñanza que trae a colación Ohsawa nos recuerda la importancia de este alimento --el arroz principalmente y otros cereales en grano-- y lo agradecidos que debemos estar a Dios por proporcionárnoslo.

Explica Ohsawa las dolencias y enfermedades que sufrió de pequeño en su Japón natal cuando entraron los alimentos y medicinas occidentales; siendo así que su madre y hermanas fallecieron y él mismo contrajo la tuberculosis. Estudiando la medicina ancestral de Oriente se curó a sí mismo, y curó posteriormente a muchas personas con esta sencilla y sanadora alimentación, que podemos seguir todos nosotros.

El arroz --que debemos tomar en su forma integral, la que conserva todas las propiedades-- es una bendición en nuestra mesa y además es muy versátil: lo puedes comer hervido en olla normal, en olla a presión (yo suelo hacerlo así, queda muy entero y perfectamente cocido) y transformar al día siguiente el que te haya sobrado hirviéndolo de nuevo con agua, amasándolo con verduritas formando croquetas o hamburguesitas, horneándolo con verduras o legumbres, mezcándolo con otros cereales... en fín, nos ofrece un sinfín de posibilidades, y no te va a cansar porque son ilimitadas.

Puedes también consumir el arroz dulce o glutinoso ("sweet rice"), más proteínico y muy indicado para niños o mujeres embarazadas --notarás que te deja mucho más lleno-- o el arroz basmati, siempre integral, más fino y largo y muy bueno para acompañar a alimentos más densos como el pescado o las legumbres, pues es más ligero. También indicado para el verano o los climas cálidos. Pero recuerda que el arroz principal en tu alimentación debería ser el de grano redondo, que se encuentra fácilmente en Estados Unidos y en Europa; en los países de Centroamérica y el Caribe he visto que tienen el de grano largo y fino (también en Colombia). Está bien si no encuentras el de grano redondo, pero cuando alguien te venga a visitar desde un país donde lo tengan, !no te olvides de pedir que te traigan al menos un paquete!

Yo suelo viajar con mi paquete de arroz siempre que puedo porque he notado que me ayuda mucho a equilibrar mi dieta allá donde vaya, ya que el cuerpo a menudo se resiente con los cambios en la alimentación. Puedes llevar también las galletas de arroz ("rice cakes") que son secas y no pesan nada, son muy indicadas para los viajes cortos o largos, y no te pondrán problemas en las aduanas ni se deterioran con las temperaturas. Un truco: tuéstalas un poco y verás que están buenísimas...

Otro día hablaremos de otros cereales en grano (trigo sarraceno, trigo bulgur, mijo, avena, cebada, centeno, maíz...), y de las harinas; en fin, los cereales en grano son multitud y recuerda que son nuestro alimento principal. Guardan el perfecto equilibrio yin (expansivo) y yang (contractivo), sobre todo el arroz, y deben constituir al menos en cincuenta o sesenta por ciento de nuestro plato. Cuando aprendes a amar este ingrediente imprescindible en tu cocina, aprendes a ser creativo o creativa y nunca vuelves a extrañar lo que comías antes de descubrirlo.

Ahora, vamos a mi cocina alquímica, de la que sale hoy --cómo no-- una paella, en este caso, macrobiótica, hecha con arroz basmati. Los ingredientes pueden ser variados. Quizá la mejor sea la de marisco, pero desgraciadamente en los Estados Unidos es bastante difícil encontrarlo fresco y de buena calidad; ante la duda, abstente, como decimos en español, así que es mejor ir sobre seguro y no aventurarte cuando no conoces la procedencia del pescado o no es fresco (es decir, recién pescado). Hay distintas verduras que te pueden ayudar a prepararla y ofrecer a la vez un digno plato de sabor español. Se nos acaba el tiempo por ahora, así que te deseo un feliz fin de semana. !Hasta mañana!

Y no te olvides de dar gracias todos los días a Dios por este bendito regalo del arroz integral y los cereales en grano. !Oh Dios, qué grande y generoso eres! !Gracias por este bendito y económico regalo! !Gracias!

PD: Si deseas conocer más detalles sobre alguna receta o sus ingredientes, puedes contactar conmigo mediante un comentario en este mismo blog.

martes, 8 de enero de 2013

¿Qué pasa con la carne?

Me encuentro muy a menudo con personas que vienen a alguna de mis clases o simplemente comparten con nosotros alguna comida, y suelen preguntarnos si no comemos carne y hasta muchos se extrañan.

Desde el punto de vista de la Macrobiótica, si se evitan todos los productos hemoglobínicos es por razones de higiene y para desarrollar al máximo las facultades mentales (según decía Ohsawa, fundador de la Macrobiótica, en su libro Macrobiótica Zen). La carne es ideal para las bestias carnívoras --continúa Ohsawa--: sus glándulas segregan hormonas que les convienen ya que no están acostumbradas a pensar, y actúan por instinto. Sus centros sensitivos y, por consiguiente, su comprensión, no está desarrollada como la nuestra, por eso son explotadas por el hombre o sacrificadas para ser comidas. Por esa razón los que comen productos animales son explotados y aun maltratados por otros y a veces por ellos mismos. (...) Todos los que consumen productos que contienen hemoglobina dependen de los animales, que tienen facultades de juicio inferiores y más precarias que las nuestras.

Quisiera invitarte a meditar en estas palabras de Ohsawa porque la verdadera finalidad de la macrobiótica es que vivamos de forma sencilla, en libertad y sin dependencias de productos animales que realmente nos vuelven dependientes y hasta cierto punto agresivos por la naturaleza misma que contienen. A menudo observo que la gente se muestra muy ansiosa con el tema de la carne, sobre todo si les falta, casi como si a nivel emocional sintieran esa carencia antes que su cuerpo. Y, por supuesto, eso es una ilusión mental, porque los que no la comemos sabemos que se puede vivir perfecta y muy felizmente sin carne.

Como decía una locutora de radio de la encantadora isla de Puerto Rico que nos invitó a su programa la última vez que estuvimos allí, "los animales son mis amigos, y yo no me como a mis amigos". Un buen dato a tener en cuenta...

Y pasamos ahora a mi cocina alquímica, una de las partes de la casa que más disfruto.

La receta de hoy, muy sencilla porque ya se ha terminado la época de las comidas opíparas, es a base de sopita de calabaza con cebolla yanguizada y un poco de mijo (todo triturado con "hand blender", no licuadora) y un platito combinado con trigo sarraceno (kasha, es decir, tostado), ankaké de zanahorias, hinojo y un poquito de cebolla tierna (ahora de temporada en el sur de la Florida) espesado con kuzu (la raíz de una planta japonesa, de color blanco) y perejil picado, acompañado de dos croquetas de mijo.

Recuerda elegir siempre los productos de temporada en la zona donde vivas, y siempre un cereal en grano como ingrediente principal, que hace las veces de filete para los que amamos esta manera simple y valiosa de alimentarnos con lo que nos da tan generosamente la madre Naturaleza. !Buen provecho!

domingo, 6 de enero de 2013

Lasagna de calabaza y torta de Reyes

La cena que preparé para mis amigos era una lasagna de calabaza con cebolla yanguizada y tres arroces (integral, dulce y basmati), aderezado con nuez moscada y romero, más unas cuantas pasas y piñones, regado con tamari (salsa de soja no pasteurizada japonesa); y a continuación una coca (versión catalana de la focaccia italiana) preparada con harina, agua, un poco de aceite de oliva y sal (marina sin refinada) con humus, verduritas (nituké de zanahoria con col verde) y un toque de sardina de lata (española, of course) por encima, acompañado por un platito de salmón ahumado y de una sidra de manzana para beber (sin alcohol). De postre, unos muffins (madalenas) caseras a base de varias harinas (nada de levadura), unas pasas y por encima un toque de mermelada de fresa y chocolate de algarroba, decorado con una lámina de fresa. Café de cereales. Estómagos satisfechos y sonrisas de placer para concluir la velada de la vigilia de la llegada de Sus Majetades los Reyes Magos de Oriente, quienes, por supuesto, no pasan por alto las latitudes del trópico americano.

Hoy, día de la Epifanía o de Reyes, he preparado un postre tradicional de mis tierras catalanas: el "tortell de Reis" (torta de Reyes), versión macrobiótica, sin azúcar añadido ni huevo ni levadura ni aditivos; sólo a base de harinas, aceite de oliva, manzana, piñones, sirope de arroz y mermelada casera de naranja con un toque de agave; regado por fuera con un poco de aceite de coco y con coco espolvoreado por encima (muy poquito). El resultado está a la vista.

sábado, 5 de enero de 2013


Ha pasado un año desde el último mensaje en mi blog, !casi no me lo puedo creer!

Aproveché ese espacio de tiempo para escribir mi primer librito sobre adquirir conciencia en el tema de comer, una aventura que me tomé muy deportivamente y para nada como un reto. Me divertí haciéndolo y le dediqué el tiempo necesario. De ahí surgió el fruto: se llama La dieta del sentido común y ahora te voy a contar de dónde viene el título y por qué o para qué puede servir, ya que parto de la base de que los libros es bueno escribirlos para que les sirvan a los demás. Claro que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero bueno... !Vayamos al grano!

La idea es que comer bien se convierta en una cuestión de sentido común porque has adquirido el "juicio" o en otros términos, el discernimiento que te permite elegir con buen y justo criterio lo correcto para ti; comer bien en el sentido de comer lo que es bueno y adecuado para nosotros, no caer en una cadena de excesos que nos acaban enfermando. La clave es buscar la cantidad y sobre todo la calidad de los ingredientes.

El fin de semana pasado leía en la revista "Mother Earth Living" un interesante artículo que decía que el 70% de los productos que encontramos en un supermercado son transgénicos, es decir, tienen ingredientes que han sido manipulados genéticamente (se refiere a los Estados Unidos). Una cifra alarmante, sinceramente, más teniendo en cuenta que en este país la legislación ampara a todas las empresas manipuladoras al no exigirles advertirlo al consumidor en las etiquetas. Una situación que no se tolera en Europa y seguramente en muchos países latinoamericanos donde el abuso de lo trangénico seguramente no ha llegado a cotas tan elevadas.

Si casamos esta cifra con las 3.770 calorías diarias que ingiere en promedio cada residente de este loado país, la ecuación arroja una bomba letal como resultado: un cuerpo saturado de residuos químicos y "alimentos" adulterados, algo que la Naturaleza --y nuestro cuerpo forma parte de ella-- no reconoce como algo natural, así que debe esforzarse por transformar en algo natural para poder procesarlo y quedarse con lo aprovechable que tenga, si es que tiene algo.

El problema no es que de vez en cuando comamos algo adulterado. El problema es que lo hacemos demasiado a menudo, muchas personas todos los días; la mayoría, en este país americano; y claro, luego se preguntan porque engordan o enferman de diabetes, del corazón o de cáncer. En el sur de la Florida, que es donde yo vivo, muchas personas a partir de cierta edad (40 o 50 años) sufren de ello, y no de un simple resfriado. Eso me lleva a pensar que el nivel de toxinas que hay en su cuerpo es tan elevado que éste simplemente no tiene tiempo de eliminarlas, por su gran cantidad acumulada, y como se come tanto y se quema tan poco (por falta de ejercicio y por el clima cálido), la ecuación letal se hace manifiesta.

Bueno, vamos a cambiar de tema y a hablar de cosas apetecibles, como por ejemplo el menú de las fiestas navideñas. Anoche tuve la última celebración (!uy, qué digo! si esta noche vienen los Reyes Magos y mañana tenemos aún todo el día para jugar con los regalos...). Pues bueno, tuve que apañármelas con poca cosa que tenía y los comensales eran dos adultos (con el diente siempre dispuesto a hincarle a algo, como buenos cubanos...) más dos adolescentes; ello sumado a nosotros dos (adultos) y mi hija, sumaba en total siete personas. Bueno, no está mal, la cosa salió bien y las felicitaciones por los platos no se hicieron esperar... Mañana te explico lo que les cociné a ellos y otros platos de las fiestas...